El Fortín de Dabou: Testimonio de la Estrategia Militar de Francia en África
El Fortín de Dabou (Le Fort de Dabou), situado en la costa occidental de África, fue en su época una centinela y un punto clave en la estrategia militar de Francia. Su construcción se remonta a 1853, cuando el comandante Faidherbe, tras la expedición del contraalmirante Baudin, comandante de la escuadra de las costas occidentales de África, ordenó su edificación.
El fortín de Dabou cumplió un papel esencial hasta la derrota francesa contra Prusia en 1871, cuando el gobierno ordenó el retiro de la guarnición que allí se encontraba. Arthur Verdier, el nuevo residente de Francia en la zona, dejó el Fortín de Dabou en completo abandono y deterioro hasta 1893. Fue en ese año que el general Louis Gustave Binger arribó en Costa de Marfil y decidió su rehabilitación.
Dabou se convirtió en uno de los puestos administrativos de la costa, albergando una oficina de aduanas y una guarnición compuesta por 125 milicianos. Varios administradores y personalidades se sucedieron en el Fortín, utilizándolo como su residencia.
En 11 de julio de 1899, las Hermanas de Nuestra Señora de los Apóstoles llegaron para fundar una escuela internado para unas quince jóvenes, conocida como «l’école des fiancées» (la escuela de las novias), donde se les brindaba una educación preparatoria para el matrimonio. Esta escuela de las Hermanas funcionó hasta 1913.
El acceso al Fortín de Dabou está marcado por una amplia escalera de piedra que conduce a la puerta principal. El muro de contención tiene seis metros de altura y se extiende en las cuatro caras de un cuadrado de aproximadamente cuarenta metros de lado. En su punto más alto, se encuentran dos viejos cañones napoleónicos que recuerdan la encarnizada lucha de los colonos franceses por proteger sus adquisiciones de las ansias de otros exploradores.
Hoy en día, apenas quedan algunos vestigios que evocan el glorioso pasado del Fortín de Dabou. A través de estos remanentes históricos, se puede vislumbrar la importancia que tuvo este lugar en la estrategia militar de Francia en África.
El Fortín de Dabou, con su rica historia y su testimonio de la presencia colonial francesa en la región, merece ser conservado y valorado como parte del patrimonio cultural de la Costa de Marfil. Rescatar estos vestigios es mantener viva la memoria de un período significativo de la historia de este país y de las relaciones con la potencia colonial.
La belleza del Fortín de Dabou radica tanto en su arquitectura militar como en las historias que alberga entre sus paredes. Es un lugar que invita a la reflexión sobre el pasado y nos recuerda cómo la historia de las naciones está entrelazada por encuentros y desafíos que han dado forma al mundo tal como lo conocemos hoy en día.